¿Qué es el producto mínimo viable?

Por: Equipo BeeDIGITAL

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¿Has escuchado el concepto de MVP alguna vez y no te ha quedado muy claro su significado? Y no, obviamente no nos estamos refiriendo al mejor jugador de la NBA, por si a alguno se le hubiese ocurrido.

Si estás pensando en montar un negocio y, o bien estrenarte o bien continuar tu carrera como emprendedor, es necesario que estés familiarizado/a con el concepto de producto mínimo viable, o, como recogen sus siglas, MVP. 

¿En qué consiste el producto mínimo viable?

Básicamente, el MVP resume el conjunto mínimo de funcionalidades que precisa un emprendedor para aprender de sus clientes potenciales y, en concreto, de aquellos que más se encuentren en situación de demandar su producto, esencialmente para satisfacer una necesidad.

El MVP, si nos centramos más en el producto en sí, consiste en una versión inicial, parcial o beta de un producto que se pone a disposición de los potenciales clientes con el objetivo de obtener feedback o asesoramiento por parte de dichos usuarios.

Ojo, no estamos hablando de usuarios en masa, sino de los primeros clientes, que son los que más comentarios aportarán, ya que son los mayores interesados en conocer la viabilidad del producto.

Esto es especialmente útil para el emprendedor, que no se caracteriza por tener recursos inagotables. Gracias a este feedback, podrá conocer de primera mano si sería rentable producir y, mediante el uso de determinadas métricas, también podrá saber empíricamente si el producto realmente satisface sus necesidades, cuánto serían capaces de pagar esos early adopters y si recurriría o no al marketing de recomendación. 

¿Qué objetivos persigue un MVP?

1. Evitar la creación de productos no demandados y el subsecuente despilfarro de recursos.
2. Maximizar el aprendizaje respecto a los clientes.
3. Obtener bases sólidas para poder salir al mercado y comenzar a escalar el negocio. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en ocasiones, el producto es mucho más primitivo de lo que se pueda llegar a pensar inicialmente, y la asociación con el término producto puede contribuir a crear falsas esperanzas.

Por ello, quizá sea más adecuado referirse al MVP como un experimento de negocio destinado a conseguir el máximo aprendizaje posible empleando una estrategia de tanteo del mercado con una mínima inversión de tiempo y dinero.

Un ejemplo de producto mínimo viable sería el test de humo. Consiste en atraer, normalmente mediante Google Adwords, a los usuarios hacia una landing page en la que expliques que el producto se encuentra en desarrollo y que obtendrán más información si facilitan su dirección de correo electrónico. 

Si lo hacen, entonces se habrán convertido en leads y quedará demostrado que hay interés en el mercado.

Pasos para crear un MVP

1. Identifica a tus buyer persona o clientes potenciales. ¿A quién o quiénes diriges tu producto?. ¿en qué franja de edad se encuentran?, ¿en qué trabaja?, ¿cuál es su nivel socioeconómico?, ¿cuáles son sus principales intereses y necesidades?
2. Comprueba si realmente es viable, mediante entrevistas cara a cara, encuestas automatizadas.. obtén testimonios reales acerca de la utilidad real del producto y su demanda.
3. Analiza tu competencia. Este paso no consiste únicamente en saber quiénes son y echar un vistazo a su web o negocio físico. Es necesario saber qué propuesta de valor tienen, los productos y servicios que comercializan, a qué precios y qué canales de distribución emplean. Si ofrecen descargables o suscripciones, recurre a ellos. 
4. Crea el producto en base a los datos obtenidos.
5. Ofrece una muestra del producto y pregunta a tus leads o potenciales clientes si estarían dispuestos a pagar por ese producto, ahora que ya es una realidad y si lo harían en ese momento. De esta manera tendremos una base empírica sobre el comportamiento del cliente no sólo basada en palabras, sino también en acciones.