Siete claves para fomentar el liderazgo empresarial

Por: Equipo BeeDIGITAL

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Un buen líder debe saber guiar a su empresa hacia el éxito, pero no debe ser el único que lo haga: todos los empleados pueden ejercer su capacidad para dirigir, coordinar, supervisar y delegar; y es deber del líder que desarrollen esas capacidades con una buena labor de gestión de equipos.

El crecimiento de una empresa es sostenible si sus líderes lo son, y si es capaz de crecer y cambiar sin tener que importar continuamente a trabajadores externos para esta labor. La escasez de líderes es, en cambio, una señal de que el CEO, los gerentes o la sección de recursos humanos no han desarrollado de manera eficaz las competencias de sus trabajadores.

Las empresas deben facilitar a cada uno de sus empleados la oportunidad de crecer, tanto en el ámbito profesional como en el personal, para estimular el rendimiento, la ambición y la productividad de sus empleados. Sin embargo, no todos los empresarios tienen claro cómo llegar a este punto. Te damos algunos consejos para lograrlo:

Cómo hacer que surjan líderes en tu empresa

• Define la visión de la empresa: De esta manera podrás ver lo que necesitas y establecer el rol que deben desarrollar tus empleados para conseguir el objetivo. La visión es una concepción ideal que la empresa tiene para sí misma y ayudará a dejar claro cómo se quiere crecer y a establecer los mecanismos necesario para hacerlo.

• Apuesta por la formación: Con ello no sólo estarás proporcionando un beneficio personal a cada uno de ellos, sino que conseguirás un aumento de la productividad. Elabora un plan de formación para que la adquisición de conocimientos sea acorde a cada puesto y para que sea progresiva. Facilita la flexibilidad laboral para permitir formarse al equipo y recuerda que existe una gran cantidad de herramientas de formación online que podrán ayudarte en este punto.

• Crea retos: Asigna a los trabajadores proyectos en los que tengan que demostrar su iniciativa y su capacidad de liderazgo. Sácalos de su zona de confort, pero facilítales las herramientas para ejecutar la tarea con éxito.  Afrontar nuevos retos hará que esquiven el estancamiento y que se sientan más valorados laboralmente, pero asegúrate que el objetivo de esto es fomentar la capacitación y el aprendizaje, y no te centres en los aciertos y errores.

• Dales autonomía: Deja que tomen decisiones para que se les despierte el ‘gusanillo’ de liderar.  La autonomía no consiste en no dar ninguna directriz, pero a nadie le gusta, ni le motiva, que le digan lo que debe hacer a cada paso. El empleador es quién debe definir los límites de control que tiene el empleado y facilitar los recursos (procedimientos establecidos, manuales, etc.) para asegurar la capacidad del asalariado de trabajar por sí mismo.

• Define sus funciones: Si cada empleado de la empresa sabe claramente cuál es su rol y hasta dónde se extienden sus funciones,  serán menos reacios a tomar la iniciativa que cuando las responsabilidades no están claras o están compartidas entre muchos empleados.

• Somételos a un seguimiento: Es muy útil asignar un mentor a los trabajadores que muestren  potencial de líder y trabajar de forma coordinada con este supervisor para evaluar el progreso.

• Estimula el trabajo en equipo: Para promover la transmisión de conocimiento, crea grupos de talento humano en los que puedan compartir experiencias, generar propuestas... Trabajar en un ambiente de libertad que fomente el trabajo en equipo repercutirá positivamente en el rendimiento de la empresa.

Por último, no olvides revisar tus propias actitudes: valorar el trabajo de cada miembro del equipo y dar ejemplo con el comportamiento propio son dos puntos básicos para mantener la motivación en la empresa.