En el momento en que publicamos una oferta de trabajo es muy probable que comencemos a recibir gran cantidad de currículos, que pueden incluso llegar a sumar varios centenares. En este tipo de casos, es esencial una buena organización y establecer una serie de filtros para que los candidatos adecuados lleguen hasta las últimas fases del proceso.

Aunque recibir muchos currículos es un síntoma que denota el interés de muchos profesionales por formar parte de nuestro equipo, también es cierto que recibir demasiados creará un ruido entre el que se pueden perder muchos candidatos de talento que están cualificados para el puesto.

Para evitar esto, es esencial tomar medidas desde el momento en el que se publica la oferta. Debemos tomarnos nuestro tiempo para redactar de forma clara y precisa los requisitos indispensables para optar al puesto, a fin de que los candidatos que se inscriban sean lo más afines posible. También es recomendable estudiar en qué canales existen más posibilidades de encontrar a los candidatos adecuados, para centrar la oferta en estos.

Otra opción para aligerar la ardua tarea es establecer formularios web o impresos que los candidatos tengan que rellenar con los datos que más nos interesan, lo que nos ahorrará el tiempo de leer los CVs completos. Sin embargo si los formularios son demasiado extensos o farragosos corremos el riesgo de que muchos candidatos potenciales desistan antes de enviar sus datos.

También se puede pedir a los candidatos que remitan currículos de sólo una página, para que se centren en destacar lo más importante.

Una vez tenemos reunidos los CV y estamos listos para comenzar el proceso de selección, es necesario establecer una serie de filtros (que variarán en función del puesto) que dividirán los candidatos en tres tipos: candidatos adecuados, candidatos eventualmente adecuados y candidatos inadecuados.

Filtros para seleccionar el CV ideal


-Fíjate primero en la experiencia laboral: A no ser que se trate de un perfil de primer empleo, mira en primer lugar los últimos dos cargos desempeñados por el candidato para hacerte una idea de qué esperar.

-Establece las competencias requeridas: Ten claras las competencias esenciales que debe poseer tu candidato y fíjate en ellas. Por ejemplo, si un requisito irrenunciable es haber trabajado en cierto sector o tener determinados años de experiencia, desecha los CVs que no cumplen con los requisitos. De este modo, evitarás quedar cegado con un expediente brillante que, sin embargo, no se adecúa a las exigencias del puesto.

-Valora el diseño: Un currículo es la carta de presentación de un profesional, así que debe estar cuidado. Descarta los que no contienen los datos personales necesarios,  la información básica sobre experiencia y formación o los que presentan graves errores ortográficos.

-Fíjate en la estabilidad laboral: Intenta vislumbrar la trayectoria profesional del candidato fijándote en el tiempo que ha permanecido en cada empleo. Cambiar mucho de trabajo no tiene que ser una mala señal si muestra una evolución hacia cargos de mayor responsabilidad.

-Valora la información adicional: Las aficiones pueden dar pistas de si los candidatos encajan con los valores de la empresa, pero más importante que saber si les gusta el cine o pasear por la montaña es saber acerca de sus proyectos personales, como si ha vivido en el extranjero, colaborado con alguna ONG, desarrollado alguna APP o montado algún negocio.