El contrato mercantil es un acuerdo que se firma entre una empresa y una persona autónoma para que esta preste sus servicios a cambio de una remuneración económica. A diferencia del contrato laboral, en el que existe una relación de subordinación y dependencia, el contrato mercantil se caracteriza por la independencia del trabajador, quien tiene mayor control sobre cómo y cuándo realiza su labor. El contrato mercantil es una figura jurídica importante tanto para autónomos como para empresas, ya que permite flexibilidad y mayor libertad en las relaciones profesionales. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una preocupación creciente sobre el uso indebido de esta figura, lo que ha llevado a la legislación a endurecer las normativas para proteger a los trabajadores.

Aspectos principales del Contrato Mercantil

Para comprender mejor qué implica un contrato mercantil, es importante conocer sus características principales:
  1. Alta en el Régimen Especial de Autónomos (RETA): El trabajador autónomo se da de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social. Por el contrario, en el contrato laboral, el empleado está dado de alta en el Régimen General de la Seguridad Social.
  2. Sujetos: El contrato mercantil lo firman dos partes: el trabajador autónomo y la empresa. El primero se compromete a realizar un trabajo concreto, y la empresa paga por ese servicio. En un contrato laboral, existe una relación de subordinación y dependencia donde la empresa gestiona la jornada laboral, vacaciones y otros aspectos.
  3. Regulación: El contrato mercantil se regula principalmente por el Código Civil y la Ley de Contratos del Sector Público. En cambio, el contrato laboral está regulado por la normativa laboral vigente, como el Estatuto de los Trabajadores y los convenios colectivos.
  4. Lugar de trabajo y horario: En un contrato mercantil, el trabajador autónomo decide dónde y cuándo trabajar, mientras que en un contrato laboral, la empresa establece el lugar y el horario de trabajo.
  5. Duración del contrato: El contrato mercantil suele tener una duración determinada, pero también puede ser indefinido, según lo pactado entre las partes. En el caso de los contratos laborales, también existen contratos de duración determinada o indefinida, pero están sujetos a regulaciones más estrictas.
  6. Cotización: En un contrato mercantil, el autónomo es responsable de sus propias cotizaciones a la Seguridad Social, mientras que en el contrato laboral, la empresa asume la cotización del trabajador al régimen correspondiente.
  7. Impuestos: Tanto en los contratos laborales como mercantiles, es necesario declarar el IRPF. En el caso de los autónomos, también tienen la obligación de declarar el IVA, según la actividad que desarrollen.
  8. Indemnización por fin de contrato: Solo los trabajadores por cuenta ajena tienen derecho a indemnización por despido o finalización del contrato. Los autónomos no tienen este derecho, salvo en circunstancias específicas que deriven de la resolución del contrato.

¿A quién beneficia la Contratación Mercantil?

La contratación mercantil puede beneficiar tanto a las empresas como a los trabajadores autónomos, aunque las ventajas para las empresas son generalmente más evidentes. Las empresas pueden ahorrar en costes sociales y laborales, ya que no tienen que hacerse cargo de las cotizaciones del trabajador ni de la indemnización por despido. Para el trabajador autónomo, el contrato mercantil ofrece flexibilidad en cuanto a horarios y lugar de trabajo, además de permitirle ser su propio jefe. No obstante, también hay desventajas, como la inestabilidad laboral, ya que el autónomo no tiene los mismos derechos que un trabajador asalariado (vacaciones pagadas, indemnización por despido, etc.).

El falso autónomo: una práctica legal

Una de las principales preocupaciones que ha surgido en torno al contrato mercantil es la figura del falso autónomo. Se trata de trabajadores que están contratados como autónomos, pero que, en la práctica, están trabajando bajo condiciones propias de un contrato laboral. Por ejemplo, estos trabajadores suelen estar sujetos a un horario fijo, trabajan en las instalaciones de la empresa, y la empresa controla su actividad de manera constante, como si fuera un trabajador por cuenta ajena. La Ley 32/2022, conocida como la reforma laboral, ha reforzado las sanciones contra esta práctica, ya que considera que la relación de trabajo entre el falso autónomo y la empresa debe ser considerada como una relación laboral. Las empresas que incurran en la figura del falso autónomo se enfrentan a multas y a la obligación de dar de alta al trabajador en el Régimen General de la Seguridad Social, con el pago retroactivo de las cotizaciones.

Tipos de Contratos Mercantiles

Existen diferentes tipos de contratos mercantiles que no se limitan solo a la relación entre un trabajador autónomo y una empresa. A continuación, se detallan los principales tipos:
  1. Contratos de Prestación de Servicios: Este es el tipo de contrato mercantil más común, en el que un autónomo se compromete a realizar un trabajo específico a cambio de una remuneración económica. Estos contratos se utilizan habitualmente en sectores como la consultoría, la informática o la creación de contenido.
  2. Contratos de Colaboración: En este tipo de contrato, una empresa contrata a un autónomo para realizar un trabajo concreto durante un tiempo determinado. Por ejemplo, un periódico puede contratar a un periodista autónomo para un artículo o proyecto específico.
  3. Contratos de Cambio: Estos contratos implican el intercambio de bienes o servicios, como los contratos de compraventa, suministro, permuta o transporte.
  4. Contratos de Préstamo y Crédito: Son aquellos en los que una empresa o persona presta una cantidad económica a otra empresa o particular, y se establece un acuerdo sobre las condiciones de devolución.
  5. Contratos de Garantía: Implican acuerdos relacionados con la prenda, hipoteca o fianza.
  6. Contratos de Seguro: En estos contratos, una aseguradora cubre a un asegurado frente a ciertos riesgos, como puede ser un seguro de salud o un seguro de vida.
  7. Contratos de Conservación o Custodia: Se utilizan cuando se entrega un artículo o mercancía que debe ser cuidado por otra parte a cambio de una cantidad económica.
El contrato mercantil es una herramienta legal importante en el mundo de los autónomos y las empresas. Ofrece flexibilidad y permite a las empresas reducir sus costes laborales, pero también conlleva riesgos de abuso en forma de “falsos autónomos”. Es fundamental que tanto trabajadores como empresas comprendan las implicaciones legales de esta modalidad de contratación para evitar problemas legales y fiscales. Si eres autónomo o una empresa que emplea a trabajadores mercantiles, es esencial que revises las condiciones de tus contratos y te asegures de que están en línea con la normativa vigente para evitar sanciones o conflictos legales.