Cuando una página web puede visualizarse desde cualquier dispositivo (móviles, tablets, ordenadores...) significa que es responsive. Hasta abril de 2015, resultaba aconsejable que, para mejorar el SEO, tu sitio web contara con una plantilla responsive. Pero, a principios del pasado año, Google anunciaba que, el 21 de abril, todas aquellas webs que no estuvieran adaptadas a móviles perderían parte de su posicionamiento orgánico.
Aunque “plantilla responsive” y “optimizado para móviles” no son sinónimos, sí están íntimamente relacionados. Lo primero hace referencia al diseño, es decir, la apariencia de tu sitio web. En cambio y, como su propio nombre indica, lo segundo implica que tu web no pierda resolución ni usabilidad cuando accedas a ella desde un teléfono móvil. Si no son lo mismo ¿dónde está el punto de unión? La respuesta es en Google.
El buscador más utilizado del mundo penaliza las webs no aptas para dispositivos móviles y asciende en los resultados de búsqueda a aquellas que cuentan con una plantilla responsive. Entonces, si en un principio, todo eran recomendaciones, pero, de repente, lo que no le gusta te hunde ¿cuánto tiempo crees que pasará para que Google castigue a las web sin plantillas responsive? Todo parece indicar que en breve. Por tanto, la mejor solución para tu negocio, tanto para hacerlo más atractivo para tus clientes como para ahorrarte un futuro cambio de diseño, reside en que tu web sea responsive.
¿Cuáles son las penalizaciones de Google?
A pesar de las molestias que puedan ocasionar los diferentes cambios en el algoritmo de Google, el principal objetivo del buscador es mejorar la experiencia de los usuarios. Además, el hecho de que ahora apueste por los sitios mobile friendly tiene que ver con que más del 50% de las búsquedas que se realizan en Internet se hacen a través de dispositivos móviles. Por tanto, Google sigue la tendencia que los propios usuarios han marcado.
Si, por el motivo que sea, decides no adaptar tu web a móviles ni convertirla en responsive, te expones a todas estas penalizaciones del gigante de Internet:
Pérdida de posicionamiento web. Google no elimina tu web de los resultados de búsqueda “sólo” te pasa a la segunda, la tercera o cualquier otra página que no sea la primera. Por tanto, sufrirás un descenso drástico del tráfico de tu sitio web, de la difusión de tus contenidos y de la fidelización y captación de clientes porque, sencillamente, no llegarán a ti. Esto ocurrirá porque el 95% de los clics se producen en los 10 primeros resultados, es decir, si no te haces mobile friendly, olvídate de tu expansión online. Además, si tu plantilla no es responsive, aunque, aún no existen penalizaciones directas, como Google posiciona mejor a los que la tienen, también pierdes visibilidad.
Indexación más lenta. Cuando actualizas el contenido de tu web, toda esa nueva información no aparece de forma automática en los resultados de búsqueda, sino que lleva algún tiempo. Por supuesto, Google es el encargado de realizar esta tarea. Los factores que favorecen una indexación más rápida son, además de un blog, que recibas muchas visitas y que el diseño sea responsive y adaptado a los móviles. Por tanto, si careces de las dos últimas, ten por seguro que estarás al final de la lista de prioridades de Google.
En definitiva, si quieres comenzar, mantener o expandir un negocio en o ayudado por la red, lo más recomendable para ti y tu bolsillo es mantenerte al día sobre todo lo relacionado con el algoritmo y penalizaciones de Google. Así, los cambios no te pillarán por sorpresa y no repercutirán negativamente en tu trabajo. Asimismo, recuerda que si no apareces en Google, es como si no existieras. Por ello, parece mejor seguir las reglas del juego, ¿no crees?