1. ¿Qué son los prestamistas particulares?
  2. ¿Cómo funcionan los prestamistas particulares?
  3. ¿Te conviene este tipo de financiación como autónomo?
La figura del autónomo, al no tener representación jurídica propia, responde por su actividad como persona física. Esto implica una serie de desventajas respecto al patrimonio propio si hay deudas que cubrir por dicho negocio. Sin embargo, al mismo tiempo también le permite beneficiarse de créditos destinados exclusivamente a particulares. Precisamente por la escasez de crédito han aparecido fórmulas de financiación innovadoras a las que puedes acceder como autónomo. Hoy te hablamos de los prestamistas particulares.  

¿Qué son los prestamistas particulares?

Los prestamistas particulares son una figura que existe desde hace años. De hecho, podría decirse que nacieron antes que los propios bancos. Se trata de personas o entidades jurídicas que ofrecen un capital en unas condiciones específicas para la persona que lo recibe. Sin embargo, así como ha cambiado la forma de trabajar y la productividad en las empresas, también lo han hecho estas figuras. Por ello, quizás no siempre los identifiques como en su formato tradicional.

¿Cómo funcionan los prestamistas particulares?

Los prestamistas particulares han mutado, ofreciendo alternativas como plataformas online en las que ofrecen préstamos a otros particulares y a los que también pueden acceder los autónomos. Se trata de una oferta en la que pequeños inversores ponen su dinero a disposición de personas que requieren liquidez y les cobran un interés mensual hasta que se devuelve por completo. Ese interés puede variar según las propias condiciones de la persona que requiere la financiación e incluso puede mejorarse si se acude a ella en más de una ocasión. Es decir, este tipo de préstamos promueven que las personas que los han usado y devuelto en las condiciones pactadas puedan luego pagar menos porcentaje por los posteriores.

¿Te conviene este tipo de financiación como autónomo?

Dependiendo de los intereses que te ofrezcan los prestamistas particulares, e independientemente de la forma en la que estos se hayan propuesto, puede ser una buena opción acudir a ellos. La ventaja que suelen ofrecer estas opciones de financiación es que el crédito sí está disponible, a diferencia del que conceden los bancos, que parecen haber cerrado el grifo a la mayoría de los autónomos y pequeñas empresas.   Eso sí, no todo son ventajas y, en ocasiones, este tipo de financiación también tiene pegas. Lo importante es revisar bien los contratos y considerar de forma adecuada tus necesidades de liquidez. No puedes arriesgarte a pagar altas comisiones si no puedes cumplir los plazos acordados, porque eso solo conseguirá ponerte más contra la pared. Pero si lo que te ofrecen es aceptable, esta es sin duda una opción más que considerar para mejorar tu negocio y conseguir mayores beneficios.   El hecho de que los bancos no ofrezcan financiación a los autónomos, que suman más de tres millones en España y son generadores de empleo, sobre todo en momentos en los que no se pasa por un buen momento económico, no es una buena práctica. Sin embargo, ese espacio ha venido cubriéndose por otras opciones, como las plataformas de las que te hemos hablado hoy. ¿Ya las conocías?