En el contexto social en el que ser emprendedor está a la orden del día es necesario explicar a los nuevos empresarios qué tipo de beneficios pueden tener con los entes públicos. Actualmente existen diferentes facilidades que se pueden solicitar a la hora de crear una nueva empresa si se cumplen ciertos requisitos.

Algunos de los beneficios que pueden tener las startups o los autónomos que acaban de abrir un negocio y tienen pocos recursos, son facilidades fiscales en función de las dimensiones de la empresa. Por ejemplo, declarar que la empresa es de dimensión reducida puede ayudarte mucho en los primeros años de negocio.


¿Empresa de reducida dimensión? Presta atención a las condiciones


Para empezar, el importe neto de la cifra de negocios debe ser inferior a 10 millones de euros y, en el caso de los autónomos, si una persona física desarrolla varias actividades económicas, ese límite económico se refiere al conjunto de las actividades en su totalidad.

En los casos en los que las empresas o negocios son de primera creación, este importe se refiere al primer período impositivo. Cuando el período impositivo o la actividad de la empresa se hubiesen desarrollado en un plazo inferior al año, la cifra de negocios a considerar se elevará proporcionalmente.

El régimen especial del que disfrutan las empresas de reducida dimensión, se aplica tanto en el IRPF como en el impuesto sobre sociedades, lo que supone una gran ayuda para las empresas que acaban de comenzar su andadura.

Para que se aplique a una persona física, como pueden ser los autónomos, debe declarar sus actividades económicas en el IRPF y éstas deberán calcularse por estimación directa.

Los incentivos de este régimen se aplicarán en los tres años siguientes a alcanzar la cifra de 10 millones de euros y también serán aplicables durante tres años a las entidades que participen en el régimen especial de las fusiones, escisiones, aportaciones de activos y canje de valores.

Por otro lado, los beneficios del régimen especial de empresas de reducida dimensión son muchos y especialmente interesantes para los emprendedores.

Por ejemplo, será deducible la pérdida por deterioro de los créditos para la cobertura del riesgo derivado de las posibles insolvencias, amortizar elementos patrimoniales objeto de reinversión o la libertad de amortización para inversiones de escaso valor.

Las sociedades patrimoniales no pueden disfrutar de las ventajas de este régimen y en caso de que la entidad forme parte de un grupo de sociedades, el límite de dinero se referirá al conjunto del grupo, por lo que es más complicado que se beneficien de sus reducciones.

Comprender los beneficios del régimen especial de empresas de reducida dimensión es, por lo tanto, importante para los emprendedores. Conviene conocer cuándo se puede disfrutar de un incentivo fiscal y qué requisitos se han de cumplir.

Por supuesto, siempre merece la pena echarle un ojo a la página web de la Agencia Tributaría para solventar cualquier duda y poder ponerse en contacto con ellos para consultas de un caso particular.