Aunque las bases de datos han existido siempre, fue en los años sesenta y setenta del siglo XX cuando nacieron tal y como las entendemos ahora. Gracias a Internet y el boom de los negocios online, la importancia de las mismas ha experimentado un importante crecimiento a medida que ha quedado demostrado su trascendencia para conseguir leads y las deseadas conversiones. Por eso, en este post, vamos a aconsejarte sobre cómo obtener la mejor información y qué hacer con ella para aportar valor a tus
bases de datos.
En multitud de ocasiones, te hemos hablado sobre los beneficios asociados a una buena base de datos: captar clientes, desarrollar exitosas estrategias de
Inbound Marketing o segmentar por intereses.
Pero pocas veces te hemos proporcionado ideas concretas para conseguir la información que anhelas y hacerlo con el beneplácito del cliente. Para ello, resulta vital que sigas estas recomendaciones:
- Céntrate en el cliente que te conviene, ya que ir a por las personas interesadas en tu nicho de mercado es lo que te aportará beneficios.
- Hacer uso de un mapa de empatía de clientes. Consiste en preguntarle al cliente sobre qué piensa y siente (preocupaciones, aspiraciones...), ve (amigos, familia, oferta del mercado), dice y hace (cómo se comporta en público y con los demás) y oye (lo que dicen de él sus amigos, jefe...). Todas esas cuestiones te conducirán a sus miedos, frustraciones, necesidades, qué esperan de tu empresa y por qué les interesas.
- Elabora diferentes tipos de formularios, uno por cada tipo de cliente. Así, a los fidelizados y, que te han dado en otras ocasiones datos básicos, hazles llegar otro modelo para obtener una información más amplia. Con ello, queremos decir que las preguntas nunca deberían ser iguales para todos, sino personalizadas por el tipo de cliente. De esta manera, sabrás con qué información cuentas para no volver a preguntarla.
Existen dos tipos
principales de bases de datos, las B2B y las B2C. Si en unas lo importante es conocer el número de empleados o la actividad comercial, en las otras, el sexo o la clase social. Pero lo que resulta vital para ambas es que, en ellas, apliques los siguientes trucos:
- Actualizar la información regularmente.
- Segmentar los datos según fase de compra, es decir, según el punto en el que se encuentre tu público: fidelizado, a punto de convertirse en cliente o con posibilidad de que lo sea en el futuro. Así, averiguarás qué tipo de mensajes hacer llegar a cada grupo para garantizar e incrementar las compras.
- Acudir a toda la información que, tanto las empresas como los particulares, van dejando sobre ellos en Internet y las redes sociales.
- Evita el uso de abreviaturas. Tú las entiendes, pero seguramente tu base de datos o quienes la manejen, no.
- Regularizar la base de datos con la Agencia Española de Protección de Datos. La confidencialidad de la información que recoges es un tema espinoso. Por eso, para ahorrarte problemas, basta con informar a la agencia sobre el carácter de los datos, qué uso les vas a dar y cómo aplicas la Ley de Protección de Datos.
En definitiva, existen multitud de estrategias para convertir en valiosas tus bases de datos. Aunque, a priori, pueda parecer que el trabajo es excesivo, pronto descubrirás que la información es poder. En este caso, uno que te ayudará a vender y crecer, ya que si guardas la información de tu cliente ideal, eso te servirá para lanzar campañas de captación para otros similares. Por tanto, lánzate al mundo de las bases de datos y hazte un as de los leads.