El perching es una estrategia de marketing directo que, a su vez, puede ser considerada una subcategoría de buzoneo. Consiste en dejar flyers o folletos publicitarios en los buzones de las casas y pisos pero de una forma distinta a la tradicional: en lugar de introducir la publicidad completamente en el buzón, se cuelga de forma que una parte de ella sobresalga, quedando expuesta fuera de cada buzón. De este modo, se crea un impacto visual inmediato que se multiplica en el caso de que haya muchos buzones juntos, como es el caso de los edificios residenciales. Al sobresalir, el perching no sólo impacta a quién tiene acceso al buzón y a su llave, sino que llega a toda la comunidad y también a la gente que está de paso. Además, el perching también puede aplicarse a manillares de motos o bicicletas, así como colgarse en los espejos de un coche. El perching es una acción muy similar al poming, de modo que a veces ambas acciones se engloban bajo el mismo nombre. Sin embargo, estrictamente hablando, en el poming la publicidad se cuelga en el pomo de las puertas, en vez de en el buzón. Esta modalidad crea un impacto visual más limitado pero, por otro lado, dejar la publicidad en la puerta hace que sea altamente probable que esta termine por entrar en el hogar, por lo que el poming también es una técnica muy efectiva.

Las claves del perching

Esta acción de marketing directo capta fácilmente la atención y el interés de los usuarios y refuerza el branding de la marca. Además, las acciones de perching son baratas, permiten medir los resultados con rapidez y pueden dirigirse hacia el público objetivo de un comercio gracias a su gran capacidad de segmentación. De esto modo, el perching resulta una acción muy útil para los negocios, pequeños y medianos, con vocación local que quieran llevar a cabo estrategias de micro-marketing o geo-marketing para captar nuevos clientes en su área de influencia. Saber en qué áreas llevar a cabo las acciones es, sin ninguna duda, una de las principales claves para el éxito. Para ello, debemos contar con datos de la zona que se quiere cubrir y del tipo de público que queremos conquistar, para así cruzarlos y optimizar al máximo la estrategia. Para que el perching devuelva buenos resultados, hay que asegurarse de trazar un plan de actuación que alcance el público objetivo y contratar un servicio de distribución que se adapte al plan. Otro de los puntos más importantes del perching es el diseño. Para asegurar el impacto visual y para que los flyers y folletos no acaben en la basura, es esencial que la parte de sobresalga del buzón capte la atención, utilizando recursos como, por ejemplo,  un código QR con un descuento o una figura troquelada que asome por la rendija. La elección de los colores y, en definitiva, el diseño del flyer también son partes fundamentales. Deben ir acorde a la línea estética de la empresa y, a la vez, estar en armonía con el mensaje que se quiere trasmitir. El perching permite trasmitir información amplia y detallada, pero es necesario elaborar un mensaje principal que, en conjunto con la imagen, transmita la información (la promoción, la inauguración…) de manera rápida y efectiva. Para ello, no debemos abusar ni de la parte gráfica ni de la escrita, estableciendo un equilibrio entre ambas.