El buzoneo es una estrategia de marketing directo que consiste en ofrecer los productos o servicios de una empresa a sus potenciales clientes, situando el mensaje publicitario (en forma de díptico, tríptico u otros formatos) en su buzón, prácticamente en la puerta de su casa, donde con casi toda seguridad lo acabarán introduciendo.

Esta estrategia cuenta con un gran retorno de la inversión, pero para que el buzoneo sea efectivo hay una serie de consideraciones que debemos tener en cuenta antes de ponernos a imprimir folletos sin ton ni son.

Cómo hacer un buzoneo atractivo

1. Estudia bien tu mensaje u oferta. Conoce a tu público para diseñar la oferta más atractiva para ellos. ¿Prefiere un descuento, un dos por uno, un obsequio por cada compra o le gustaría la oportunidad de conocer las instalaciones en una jornada de puertas abiertas? Esto dependerá de tu sector y de si te diriges a un mercado B2B o B2C.

Si estableces una oferta por tiempo limitado, animarás a los receptores a aprovechar la oportunidad antes, reduciendo la probabilidad de que se olviden de ti.

2. Invierte tiempo en la geosegmentación. La segmentación de tu público es el paso menos creativo, pero el más importante.

Debes definir claramente quién es tu público objetivo, dónde se encuentra y hasta dónde puede llegar tu área de influencia para no gastar recursos en vano. Una buena base de datos puede ayudarte en este paso.

3. No te pases con el texto. El mensaje se recuerda mejor si está plasmado en un formato físico que en uno virtual, porque resulta algo tangible, pero no aprovecharemos esta ventaja si rellenamos el folleto con textos inmensos. Cuida los espacios en blanco, juega con el tamaño y el tipo de fuente y, sobre todo, transmite un mensaje claro y atractivo.

Para ello, piensa cuál es tu objetivo: ¿presentarte?, ¿una oferta?, ¿el lanzamiento de una nueva línea de productos o servicios? Si el folleto tiene varias partes, centra la más visible (por ejemplo, la portada de un díptico) en comunicar el mensaje principal, y utiliza el resto para completar la información, dejar claro a qué te dedicas y comunicar lo que te hace especial o por qué deberían elegirte.

4. Innova en el diseño. No tienes por qué utilizar un folleto cuadrado o rectangular, ni siquiera tienes por qué utilizar papel. Usa formas innovadoras como troquelados, los stoppers (que sobresalgan del buzón), el perching (forma de percha) o plasma tu mensaje sobre imanes, post-it y otros formatos que se te ocurran.

5. Sé creativo con el tono. Apela a tu cliente de modo que sienta quién firma el folleto, aunque no se detalle explícitamente. Evita el tono distante y adapta el vocabulario, la jerga y el tono a tu público objetivo.

Del mismo modo que no hablarías igual si te diriges un adolescente o a un gran directivo, tampoco lo hagas por escrito. No tengas miedo a utilizar signos de exclamación o emojis si tu audiencia también lo hace.

6. Incluye elementos multicanal. Lo offline y lo online pueden integrase. Invita a tus potenciales clientes a saber más de ti en tu web (por ejemplo, mediante un código QR) o a continuar la conversación en redes sociales, incluyendo un hashtag o las redes en las que la empresa tiene un perfil.

7. No falles en el reparto. Asegúrate de contratar un servicio que incluya un reparto profesional que sepa cumplir con el plan de geomarketing para que la distribución no arruine el esfuerzo puesto hasta el momento, y que así todos los folletos lleguen a tu público objetivo.