Facturación electrónica y sostenibilidad

La unión entre facturación electrónica y sostenibilidad figura entre algunos de los motivos más importantes por los que las administraciones están impulsando este tipo de documento digital. 

La factura electrónica para autónomos se implanta como obligatoria desde primavera/verano de 2025 para cualquier nivel de facturación, aunque las empresas de mayor volumen ya la habrán incorporado para ese momento. Es una decisión en base a la Ley Crea y Crece, que establece los plazos de implantación y los requisitos con que deberán contar este tipo de documentos digitales.

Previa a esta obligatoriedad, muchas empresas habían decidido adoptar la factura electrónica de motu proprio. Es más, ya en 2022 un  36,17% de las facturas de las pymes en España eran electrónicas. 

Los beneficios de este tipo de factura están detrás de esta implantación temprana, que incluyen las mejoras en la eficiencia de tareas administrativas, ahorro de costes vinculados al papel, impresión y envío postal de facturas.

Pero, ¿cuál es el vínculo entre factura electrónica y medio ambiente? Lo analizamos.

¿Qué es la factura electrónica? 

La factura electrónica es un documento electrónico que actúa como versión digitalizada de una factura tradicional en papel. Contiene, por tanto, información detallada sobre una transacción comercial entre un vendedor y un comprador. Esta información no difiere de la que se debe recoger en la factura convencional e incluye:

• Nombre y dirección del vendedor y del comprador
• Descripción detallada de los bienes o servicios vendidos, incluyendo precio unitario y cantidad
• Total a pagar
• Impuestos aplicables 
• Otros datos relevantes para la transacción (por ejemplo, método y condiciones de pago)

No obstante, en el caso de la factura electrónica, esta información se presenta en un formato electrónico (archivos PDF, XML u otros), que son compatibles con sistemas de facturación electrónica.

El papel de la factura electrónica en la responsabilidad social corporativa 

Si bien muchos negocios citarán la entrada en vigor de la ley como su principal motivación para adoptar la factura electrónica, es importante tener en cuenta el papel positivo que la factura electrónica juega en la responsabilidad social corporativa (RSC).

Así, como hemos mencionado más arriba, la factura electrónica contribuye decisivamente a la sostenibilidad ambiental, a través de dos acciones clave:

• Reduce el consumo de recursos naturales vinculados a la producción de papel (árboles, agua y energía)
• Disminuye los residuos generados por el uso de papel en las transacciones comerciales

Además de este impacto directo de la factura electrónica sostenible, la adopción de este tipo de documento es también instrumental en otras áreas vinculadas a la responsabilidad social corporativa. Por ejemplo, se ha visto como un pilar básico en vistas a optimizar la transparencia y cumplimiento normativo de las empresas, gracias a que proporciona un registro digital y seguimiento detallado de las transacciones.

¿Quieres dar el salto a la factura electrónica e impulsar la sostenibilidad?

Visto el vínculo entre facturación electrónica y sostenibilidad, es fácil comprender por qué muchas empresas han dado el salto a este modelo antes incluso de la obligatoriedad marcada por la ley. 

En este sentido, desde BeeDIGITAL nos hemos adelantado igualmente para ofrecer a pymes y autónomos una herramienta adaptada a sus necesidades: nuestra solución Kit Digital para Factura Electrónica.

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